Construyendo Actitudes

Por el Dr. John C. Maxwell

1.- Los años formativos del niño son los más importantes para inculcarle las actitudes correctas
Los especialistas infantiles están de acuerdo en que el desarrollo, durante los primeros años, de un modo de pensar positivo, es la principal razón para el éxito futuro del niño. Las actitudes que aceptamos cuando niños son por lo general las que adoptamos cuando adultos. Es difícil que nos desviemos de nuestra preparación inicial. Proverbios 22.6 , dice: «Instruye al niño en su camino, y aun cuando fuere viejo no se apartará de él». ¿Por qué? Porque el sentimiento y las actitudes que formamos en los primeros años de vida llegan a ser parte de nosotros. Nos sentimos bien con ellos aunque puedan ser errados. Aun cuando nuestras actitudes nos hagan sentir mal, son difíciles de cambiarlas.
Durante mi último año de la escuela secundaria decidí aprender a jugar golf por mi propia cuenta. Por varios meses jugué incorrectamente, pero con entusiasmo. Un día, estando en el campo de golf, un amigo me dijo: «John, tu problema es que te quedas muy cerca de la pelota después que la golpeas». Había desarrollado un efecto que mandaba a la bola con una curvatura por el cielo. Bueno, no habría problema, compensaría mi efecto. Para que aterrice la bola en la calle apunté al bosque que tenía a la izquierda. Entonces, otro día, jugué con un excelente golfista. La bola fue derecho y su viraje fue lento. Después de observar algunos de mis tiros de bumeran, me ofreció su ayuda. «¿Qué es lo malo de mi juego?», pregunté. «¡Todo!», contestó. De esa manera comenzaron las lecciones. Después de varias semanas me di cuenta que es más difícil aprender algo equivocado, luego olvidarlo y volver a aprenderlo, que aprenderlo correctamente desde la primera vez. Lo mismo sucede con nuestras actitudes. Las cosas que sentimos y aceptamos a temprana edad tienden a pegarse tenazmente a nosotros aun cuando conozcamos algo mejor y deseemos cambiar. Las primeras impresiones en nuestras vidas no son solamente impresiones, sino muchas veces grabaciones indelebles.

2. La formación de una actitud nunca cesa
Nuestra actitud se forma de las experiencias y de la manera cómo reaccionamos ante ellas. Por eso, mientras vivimos, estamos formando, cambiando o reforzando actitudes. No hay tal cosa como una actitud inalterable. Somos como la pequeña niña a la que su maestro de Escuela Dominical le preguntó: «¿Quién te hizo?» Ella respondió: «Bueno, Dios me hizo una parte». «¿Qué quieres decir con que Dios te hizo una parte?», preguntó el sorprendido maestro. «Bueno, Dios me hizo un poco, y yo me hice el resto por mí misma».¡Qué gran verdad! Las actitudes formadas en nuestros primeros años, no permanecen necesariamente iguales a través de los años. Muchas veces los matrimonios pasan a través de «aguas profundas» debido al cambio de la actitud del cónyuge.Mi papá siempre ha sido una influencia positiva en mi vida. En una ocasión cuando visitaba a mis padres, lo encontré leyendo el libro de Norman Vincent Peale, El poder del pensamiento positivo. Cuando le recordé que ya había leído ese libro anteriormente, me respondió con entusiasmo: «¡Por supuesto! Debo continuar formando mi actitud».

3. Mientras más se desarrolle nuestra actitud sobre el mismo fundamento, más sólida será
El refuerzo de nuestras actitudes fundamentales, sean positivas o negativas, las hace más resistentes. Mi padre comprendió esta verdad al decidirse a leer otra vez sus libros sobre pensamiento positivo. Una de sus prácticas para el desarrollo de su actitud era escribir un pensamiento positivo en una tarjeta de 3 x 5 y leerlo repetidamente durante todo el día. Muchas veces lo he visto sacar la tarjeta durante recesos de quince segundos y leer la frase positiva. He decidido hacer de esto un hábito para mí también. Descubro que mientras más refuerzo mi mente con lectura excelente, más fuerte soy.

4. Muchos constructores (especialistas) ayudan a formar nuestras actitudes en cierto tiempo y lugar
Se necesitan ciertos especialistas en la construcción de una casa para hacer toda la estructura. Su tiempo puede ser mínimo y su contribución pequeña, sin embargo son parte de la construcción de esa casa. De la misma manera, ciertas personas vienen a nuestras vidas en determinados momentos para ayudar a construir o a desbaratar nuestra perspectiva.Una señora me escribió: «En mi último año de la escuela secundaria, mi profesora de inglés tomó un ensayo que escribí y lo puso en el pizarrón. Luego comenzó a romperlo delante de la clase. Me sentí humillada y tonta. Luego me dijo que no duraría ni un año en la universidad. Nunca he olvidado ese incidente». Una profesora, en un día, afectó una autoimagen para toda la vida.

5. No hay tal cosa como una actitud perfecta o intachable
En otras palabras, todos tenemos actitudes que necesitan ser remodeladas. Cuando mi amigo Paul me enseñó sobre los aviones, dijo: «El avión no es hecho para no tener equilibrio en el vuelo». Los aviones necesitan constantemente ajuste para volar efectivamente. Sucede igual con nuestras actitudes. Las corrientes de aire de la vida nos sacan de nuestro lugar y tratan de impedirnos alcanzar nuestras metas. Temporales inesperados cambian nuestra dirección y estrategia. Nuestras actitudes necesitan ajuste por cada cambio que viene a nuestras vidas.Necesitamos ser como la vieja mula de un granjero de Missouri. Un día se cayó en un pozo seco. El granjero que la encontró allí hizo todo cuanto estuvo a su alcance para sacarla. Finalmente, viendo que el rescate era imposible, comenzó a enterrarla. Cuando echó en el pozo un carga de tierra de un camión, la tierra comenzó a rellenar el pozo y la mula resoplando comenzó a pisar fuerte. Pronto, la vieja «cara triste» estaba parada sobre toda la tierra, dos pies más arriba que antes. Después de descargar unos cuantos camiones de tierra, la mula llegó triunfalmente al borde del pozo y salió caminando.Todo el mundo encuentra tormentas y pozos secos en su vida que amenazan con doblegar su actitud. El secreto para una llegada segura es ajustar continuamente su perspectiva.
Tomado de lidere.org

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